
“ Apocalipsis 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.
Según ambos, oficialismo y oposición, Biolcatti (presidente de la SRA) derrapó cuando en el acto de Palermo dijo que era la gobernación de la Provincia de Buenos Aires la que debía ser decapitada, y no tanto la policía provincial, haciendo alusión a las medidas que tomó el gobierno provincial como consecuencia del caso Pomar.
Como era de esperar, el bigotudo Fernández fue el que se despachó con la pirotecnia más encendida (pero hay que reconocer que el tipo hace bien su trabajo de vocero del gobierno autocrático y autoritario al que pertenece, y transpira la camiseta para tener su nombre en el cuadrito del empleado del mes, cuidando fielmente el interés de sus patrones). Dijo, por ejemplo, con referencia a Biolcatti, "es un golpista hecho y derecho (...). Busca un golpe de facto tratando de buscar una salida a las cosas con su mejor cara de piedra y su accionar contrario al derecho (...). Pretende acelerar, como en los viejos tiempos, con color verde oliva y dando instrucciones con una marcha militar como música de fondo". Y sigue...
En primer término, el que violenta y vulnera derechos constitucionales cotidianamente y gobierna con metodologías "contrarias a derecho" es el gobierno corrupto, violento y autoritario del cual Fernández es conspicuo representante. Un triste secretario de comercio como Guillermo Moreno arremetiendo con amenazas de compadrito de cuarta contra empresarios; o los impuestos pagados por quienes efectivamente producimos y trabajamos, derrochados en contrataciones corruptas que engrosan los bolsillos de Kirchner y sus amigos (los tiene?); o la falta de devolución de IVA a las PyMEs exportadoras, que con esfuerzo e inversión propios hacen patria abriendo nuevos mercados y trabajando legítimamente; o cientos de compatriotas muriendo a manos de delicuentes (juveniles y de los otros) que se dedican de manera sistemática a matar sin ningún tipo de consecuencia por su criminalidad... no son más que algunos ejemplos de las violaciones a los derechos básicos y constitucionales de propiedad privada, de libertad de establecer industrias lícitas, de transitar, de no sufrir violencia en la persona o en los bienes; en definitiva, derechos humanos.
Pero más grave me parece que la oposición oficie de coro funcional a la criminalidad y deshonestidad intelectual del kirchnerismo, haciéndose eco de interpretaciones forzadas y malintencionadas sobre la frase de Biolcatti. Nadie, con buena fe, puede interpretar que el tipo pretende una medida tan increíblemente contraria a sus intereses como sería un derrocamiento del gobernador o de la presidente. Nunca un golpe de estado pudo concretarse sin un masivo apoyo de la población civil (esa misma que hoy se rasga las vestiduras por la dictadura del '76). Y sólo un suicida político podría sugerir o incentivar una medida que no tiene el más mínimo respaldo de la ciudadanía.
Menos aún pensar que el Ejército y las Fuerzas Armadas debilitadas, desprestigiadas, sin recursos técnicos, de armamentos, políticos, financieros ni humanos , estarían dispuestos a inmolarse por una población que los detesta y aborrece.
No creo que Biolcatti se haya equivocado en sugerir que ante la situación de absoluta inactividad y ausencia de un estado provincial que cumple el rol de felpudo del gobierno nacional se considere como mejor alternativa decapitar ese gobierno que decapitar a la polícia provincial. Scioli (hasta el propio hermano se cansó de sus indignidades), por motivos que seguramente la historia y la psicología, eventualmente, se encargarán de develar, troca la gran masa de pobres que habitan el conurbano y alimentan al kirchenirsmo como la base clientelar para la instauración en el poder a través de elecciones legales por.... ¿qué?.
¿Qué le da Kirchner a cambio, que no sea legal y legítimamente exigible por una Provincia al Estado Nacional, en el marco de la bestial ley de coparticipación? Hay que cambiar esa aberración jurídica, devolverle a las Provincias sus recursos de modo que puedan recuperar sus economías regionales, y no obliguen a sus habitantes a dejar sus lugares para engrosar el conurbano y el asistencialismo al que tendrían que recurrir, agrandando la clientela electoral para gobiernos demagógicos y corruptos, criminales y traidores a la patria como éste. Es cierto. Pero mientras esté vigente, Scioli no debería tener que arrodillarse para pedirle a Kirchner lo que le corresponde. ¿Qué le debeScioli a Kirchner?, qué gran secreto los une al punto de aguantar las máximas faltas de respeto e insultos como vicepresidente, para resignar después la buena imagen que tenía ante la salamería kirchnerista cuando volvió sus ojos hacia él y lo necesitó? qué motiva al gobernador a convertirse en un bonzo y atarse al autoritario en su caída?
Cómo sea, Biolcatti se expresó. Hizo uso de la libertad de expresión que la Constitución Nacional le garantiza. El empleado del mes y la oposición ventajista también lo hicieron. Biolcatti no cayó en la hipocresía que tan funcionalmente sirve a Kirchner y su discursito superficial de odio a los militares, y dijo lo que pensaba. La oposición se horrorizó, criticó y desautorizó a Biolcatti, haciéndole un señalado favor a la autocracia kirchnerista.
Los tibios de la oposición son más responsables que los oficialistas. Nos queda, entonces, resignarnos a que el coraje no es una característica propia de nuestra idiosincrasia, y pensar que o nos convertimos en quijotes peleando contra molinos de viento, o nos compramos un pasaje de ida, saliendo por Ezeiza.
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